Karts & Karting

1 de mayo de 2008

Ayrton Senna: La Leyenda de un Mito

El piloto brasileño nació en la ciudad de São Paulo, el 21 de marzo de 1960, y falleció en competición en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari de Ímola durante el Gran Premio de San Marino, el 1 de mayo de 1994. Fue 3 veces campeón del mundo, en los años 1988, 1990 y 1991 con el equipo McLaren.

Logró también dos subcampeonatos en 1989 y en 1993, los dos por detrás de su gran rival el francés Alain Prost.

Su paso por los karts en Brasil, por Fórmula Ford 1600, Fórmula 2000 y 3000 en Europa, en los que cosechó múltiples campeonatos, le abrieron la puerta de la Fórmula Uno, donde se convirtió en el ídolo de miles de seguidores.


Ganó su primera carrera en 1985 en el Circuito de Estoril, en Portugal, bajo una lluvia torrencial, lo que dejaría claro que se iba a convertir en uno de los mejores pilotos de todos los tiempos sobre superficies deslizantes. Fue un ganador nato con todos los equipos en los que dejó su impronta: Toleman, Lotus, McLaren y Williams. Pero donde brilló sin igual fue en el Circuito de Mónaco, con lluvia o en seco llegó a ganar seis veces este Gran Premio, cinco de ellas consecutivas (1987, 1989-1993).


A lo largo de su carrera ostentó casi todos los récords que se pueden conseguir en este deporte, incluido el de mayor número de `pole positions´, que fue superado por el alemán Michael Schumacher, el 22 de abril de 2006 en el Circuito de Ímola.

Con 10 años en la Fórmula Uno, Senna consiguió ganar 41 grandes premios y 3 campeonatos mundiales. Nunca sucumbió al astigmatismo paralizante peculiar en los pilotos de carreras conocido como “mirada limitada”, cuyos síntomas son palmas de las manos sudorosas e incapacidad para ver más allá del coche que está delante de uno. En su imaginación, Senna veía más allá de la siguiente curva, a menudo más allá de la siguiente vuelta, con una omnisciencia casi aterradora.

Michael Andretti, que fue compañero de equipo de Senna en McLaren, trató de explicar lo que separaba a Senna de otros pilotos de Fórmula Uno: “es confianza”, dijo, “cuando él se ve en aprietos, sabe que el coche le va a responder. Él sólo pasa de largo por los problemas (mecánicos). Yo necesito que el vólido esté trabajando para mí para tener una oportunidad, él no"


Ayrton Senna vivió el más puro sabor del automovilismo. En las pistas de la Fórmula Uno dejó un legado que hoy en día, los que tuvieron oportunidad de verlo conducir su automóvil o conocer su trayectoria, se ha convertido en un mito. El piloto brasileño pasó a la historia y a las páginas doradas de la Fórmula Uno por su entrega, su manera de conducir y sus dotes de ser humano.

Hoy más que nunca, Ayrton Senna es considerado como uno de los pilotos más talentosos, inteligentes y carismáticos que la máxima categoría del automovilismo ha podido ver. Todos los especialistas coinciden en afirmar que muy pocos pilotos de la Fórmula Uno pudieron establecer una relación tan estrechamente íntima, personal y cercana con sus coches de carreras. Senna logró entenderse a la perfección con su vehículo, el mismo que lo llevó a tocar los límites de lo sobrenatural, las barreras de velocidad que nadie esperaba alcanzar en plena competencia y los triunfos y premios que muchos de sus compañeros de campeonato desearon tener.


Nadie puede olvidar los momentos de felicidad que les dio a sus `torcedores´, pero a la vez tampoco se puede olvidar el trágico final y el último instante de su vida. Cuando su Williams-Renault FW 16 no giró bien en la curva Tamburello del Gran Premio de San Marino en el Circuito de Imola, Italia, el 1 de mayo de 1994. El monoplaza de Senna salió disparado del circuito y se estrelló contra el muro de contención, un impacto a más de 270 km./h.

Los ojos de Ayrton Senna da Silva siempre estuvieron puestos firmemente en ese Gran Premio de San Marino, y en la clasificación se hizo con la `pole position´ número 65 de su carrera, más del doble que cualquier otro piloto en la historia de la Fórmula Uno hasta ese momento.


En San Marino, una semana antes de la competición, Senna parecía tener una premonición de que algo iba a ocurrir. Comentó a un reportero que su coche reaccionó un poco nervioso sobre la superficie de Ímola, y mencionó una dificultad en la suspensión. Las nuevas reglas de la F1 exigían a las escuderías retirar los sistemas de control de tracción y las suspensiones activas de los monoplazas, dejando la tarea de controlar los vehículos más a los pilotos que a las computadoras.

Senna había dicho a un periodista brasileño a principios de la temporada que los cambios habían hecho a los coches más difíciles de manejar: “Va a ser una temporada con muchos accidentes”, comentó, “me arriesgaré al decir que tendremos suerte si algo realmente serio no ocurre”. Cuando la carrera empezó, un accidente en el que se vieron involucrados los pilotos Pedro Lamy y J.J. Lehto obligó a correr las primeras seis vueltas del Gran Premio de San Marino tras el Coche de Seguridad. Cuando la carrera se reestableció, al inicio de la séptima vuelta Senna iba líder cuando se aproximó a Tamburello. “Se le veía nervioso desde la primera vuelta”, dijo Schumacher, quien seguía a Senna en la curva. “No puedo decir qué ocurrió exactamente, lo que ha sucedido no tiene explicación. Yo estaba detrás de Ayrton y en la vuelta anterior vi que estaba un poco inestable y que patinaba en aquella curva. En la vuelta siguiente, se deslizó de lado y perdió el control”.


Los médicos sacaron el cuerpo de Senna de un monoplaza totalmente destrozado por el impacto y lo trasladaron en helicóptero al Hospital Maggiore de Bolonia. Casi cinco horas después del accidente la doctora Fiandri, visiblemente emocionada, leyó un comunicado que anunciaba la muerte clínica de Ayrton Senna, tras la interrupción de cualquier actividad cerebral. El piloto continuaba con respiración asistida, que mantenía su corazón en funcionamiento: "el encefalograma de Ayrton Senna no registra ninguna actividad. Lo mantenemos vivo porque la legislación italiana así lo exige", reveló la doctora a la multitud que abarrotaba la sala del centro de prensa del hospital. Las declaraciones causaron una profunda conmoción. Unos lloraban, otros salieron disparados de la sala.


Una hora después, la doctora Fiandri apareció de nuevo en la puerta de urgencias del hospital. Pidió calma y reveló: "Ayrton Senna ha muerto". La causa de la muerte fue una pieza de la suspensión delantera que entró por su casco causando graves destrozos en su cerebro. Frank Williams se desplazó al hospital y permaneció allí por espacio de 2 horas. Bañado en lágrimas, pidió disculpas por haber sido en uno de sus coches donde Senna encontró la muerte. Para el dueño de Williams, las relaciones con el piloto habían trascendido el límite de lo profesional: "establecimos una admiración recíproca desde 1983".

Las causas del accidente fueron siempre motivo de discordia y de constantes pleitos judiciales: unos afirman que fue debido a la rotura del eje de la dirección, otros a un fallo en la conducción del piloto, aquellos a un desmallo previo a la colisión, etc. En definitiva, no vale la pena hablar de los "por qués" y de los "que hubiera pasado si...". Pasó y pasó por algo, simplemente hay que recordar a Ayrton por lo que fue, recordar que dió todo por su deporte, por sus creencias y por todas las cosas que sentía en su vida. Nunca dejo de luchar por sus sueños.


La noticia de la muerte de Senna cayó como una bomba y provocó sorpresa e incredulidad generalizada. El mundo entero recibió con estupefacción la muerte del tricampeón brasileño. Nadie quería creer que hubiera sucedido lo imposible. Ante la hacienda de los padres de Ayrton en Tatuí se congregó una multitud. Antes de la comunicación oficial de la muerte del piloto los fans estaban expectantes. Cuando se conoció el fallecimiento, las lágrimas corrieron en sus rostros. En el estadio de Maracaná, el día del clásico Flamengo - Vasco de gama, las 2 aficiones archirivales se unieron en memoria de Senna. Antes de empezar el partido, se guardó un minuto de silencio, tras el cual 100.000 personas agitaron los brazos y entonaron al unísono: "olé, olé ,olá, Senna, Senna".

Su imagen permanece mucho más viva que en ningún otro momento de su legendaria carrera. Vencer los obstáculos y poder ir siempre más allá de los límites fueron y siguen siendo sus insignias claves en honor a su huella como gran piloto y extraordinario ser humano.

Se fue un campeón, pero queda el mito que permanecerá siempre en los anales de la historia del automovilismo mundial, en la memoria de los aficionados y de todos aquellos que directa o indirectamente disfrutaron con él.


Fuentes: Senna.com; Autosport; Wikipedia; Forocoches; Dailymotion

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo escribía...

senna eras el mejor,solo tenia 2 años cuando te piñastes en la curva de tamburello,y todavia te recuerdo x la etapa tuya en maclaren,nunca te olvidare,se que tu no querias irte a williams pero tu destino era ese,y por tanto tu muerte.

junio 23, 2006 2:31 p. m.

 
Anonymous Anónimo escribía...

aprendí a amar la F1, a sentir la magia de la velocidad, el mundo del glamour en esta competición, el ruido de los motores y a contagiarme de pasión por este deporte por Ayrton Senna...

gracias Senna, donde quiera que estés...

enero 15, 2007 12:40 a. m.

 
Anonymous Anónimo escribía...

acelere campeon vos estas vivo en mi corazon...gracias te llevo en el alma... sos el mejor de todos los tiempos... nico

marzo 11, 2008 9:58 p. m.

 
Anonymous Anónimo escribía...

No existen palabras para el unico dios del volante y el acelerador , vi una foto tuya en Foz de Iguazu y casi me da un infarto luego visite el museo Fangio en Valcarce y mi corazon estuvo 2 horas al limite ...
Pasaran 3000 años y seras recordado por la gente que entiende de esto

noviembre 17, 2008 10:03 p. m.

 
Anonymous Anónimo escribía...

murio por que le llegó la hora

mayo 01, 2009 10:19 p. m.

 

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