Álvaro Rodríguez, menuda pasión por el kart
Álvaro Rodríguez Escudero tiene nueve años y este año ha sido segundo en el Campeonato de Asturias de Karting y tercero en el Campeonato de Castilla y León de Karting.
Dos temporadas, dos subcampeonatos. Álvaro Rodríguez Escudero tiene sólo nueve años y acaba de proclamarse Subcampeón de Asturias de Karting en la categoría Cadete Novel. Y eso, siendo uno de los más pequeños. Por si fuera poco, también se ha alzado con el tercer puesto en el Campeonato de Castilla y León de Karting.
La que acaba de finalizar ha sido su segunda temporada a los mandos de un kart en competición oficial. Las dudas acerca de si se celebraría el Campeonato de Asturias hicieron que sus padres, José Ramón Rodríguez y Ángeles Escudero, lo inscribiesen en el de la comunidad vecina. Un esfuerzo más en la costosa vida de un piloto. Aunque sólo tenga nueve años. Finalmente sí se disputó el Campeonato Asturiano de Karting. En total, quince carreras entre los meses de mayo y noviembre.
Madrugones, comidas fuera, Burgos, León..., y mucha ilusión. Para Álvaro, el mundo del automovilismo es su verdadera pasión. Fue hace dos años cuando su padre, José Ramón Rodríguez, le hizo el mejor regalo de su vida: su primer kart, cuando apenas contaba con siete años.
Desde entonces acompaña todos los fines de semana al pequeño a entrenar al Circuito de Soto de Dueñas, en Parres, uno de los dos permanentes en la región y propiedad del padre de Javier Villa, una de las grandes promesas del automovilismo y un ídolo ya para el pequeño Álvaro. Sin olvidar, por supuesto, a Fernando Alonso.
Para la segunda temporada, el padre y su tío, Pedro Manuel Alonso, o, lo que es lo mismo, sus mecánicos, cambiaron el chasis y las ruedas: “Le costó trabajo hacerse a ello, porque las ruedas agarraban mucho”, explican, a la vez que Álvaro recuerda que “la cabeza se me quedaba para arriba”. Rodríguez también asegura que “mientras unos cambian de rueda cada carrera, nosotros tiramos con las mismas en cuatro o cinco”. Pese a estas dificultades, a que las carreras en lluvia no le favorecen y al sorteo de motores en cada carrera, el pequeño repitió la gesta. “Todo se decidió en la última prueba”, precisa su madre.
Álvaro Rodríguez tiene madera, una afición familiar que lo acompaña, grita, siente y vive cada uno de sus triunfos y derrotas. Lo malo viene cuando hay que hacer cuentas. “Para competir una temporada tienes que contar con un presupuesto de 4.000 euros”, explica la madre, quien lamenta no tener más apoyos municipales.
Para su segunda temporada, por fin, el Ayuntamiento de Carreña le regaló a Álvaro una funda. Luego está el coche y su mantenimiento, los viajes... “Ahora hay que cambiar de chasis y de motor”, apunta el padre, quien no puede más que agradecer a los patrocinadores, que han llenado el coche de pegatinas, su ayuda. En su mayoría son comercios, hosteleros y empresas de la localidad asturiana de Carreña los que han apostado por el joven piloto. “Sin su ayuda no hubiese podido correr”, asegura Rodríguez. Las diferencias, dice, entre unos coches y otros “son muy grandes”.
Alonso, tío de Álvaro, intenta quitarle hierro al asunto. “Vamos estirando los medios con los que contamos y las temporadas nos van saliendo bien”. Aunque es una razón económica la que ha impedido que el pequeño participe en el Campeonato de España. De entrada, 3.000 euros. “Sólo por asesoramiento”, explica Escudero, quien asegura que “hay mucha gente en España que lleva patrocinio de su Ayuntamiento”.
Fuente: La Nueva España
Dos temporadas, dos subcampeonatos. Álvaro Rodríguez Escudero tiene sólo nueve años y acaba de proclamarse Subcampeón de Asturias de Karting en la categoría Cadete Novel. Y eso, siendo uno de los más pequeños. Por si fuera poco, también se ha alzado con el tercer puesto en el Campeonato de Castilla y León de Karting.
La que acaba de finalizar ha sido su segunda temporada a los mandos de un kart en competición oficial. Las dudas acerca de si se celebraría el Campeonato de Asturias hicieron que sus padres, José Ramón Rodríguez y Ángeles Escudero, lo inscribiesen en el de la comunidad vecina. Un esfuerzo más en la costosa vida de un piloto. Aunque sólo tenga nueve años. Finalmente sí se disputó el Campeonato Asturiano de Karting. En total, quince carreras entre los meses de mayo y noviembre.
Madrugones, comidas fuera, Burgos, León..., y mucha ilusión. Para Álvaro, el mundo del automovilismo es su verdadera pasión. Fue hace dos años cuando su padre, José Ramón Rodríguez, le hizo el mejor regalo de su vida: su primer kart, cuando apenas contaba con siete años.
Desde entonces acompaña todos los fines de semana al pequeño a entrenar al Circuito de Soto de Dueñas, en Parres, uno de los dos permanentes en la región y propiedad del padre de Javier Villa, una de las grandes promesas del automovilismo y un ídolo ya para el pequeño Álvaro. Sin olvidar, por supuesto, a Fernando Alonso.
Para la segunda temporada, el padre y su tío, Pedro Manuel Alonso, o, lo que es lo mismo, sus mecánicos, cambiaron el chasis y las ruedas: “Le costó trabajo hacerse a ello, porque las ruedas agarraban mucho”, explican, a la vez que Álvaro recuerda que “la cabeza se me quedaba para arriba”. Rodríguez también asegura que “mientras unos cambian de rueda cada carrera, nosotros tiramos con las mismas en cuatro o cinco”. Pese a estas dificultades, a que las carreras en lluvia no le favorecen y al sorteo de motores en cada carrera, el pequeño repitió la gesta. “Todo se decidió en la última prueba”, precisa su madre.
Álvaro Rodríguez tiene madera, una afición familiar que lo acompaña, grita, siente y vive cada uno de sus triunfos y derrotas. Lo malo viene cuando hay que hacer cuentas. “Para competir una temporada tienes que contar con un presupuesto de 4.000 euros”, explica la madre, quien lamenta no tener más apoyos municipales.
Para su segunda temporada, por fin, el Ayuntamiento de Carreña le regaló a Álvaro una funda. Luego está el coche y su mantenimiento, los viajes... “Ahora hay que cambiar de chasis y de motor”, apunta el padre, quien no puede más que agradecer a los patrocinadores, que han llenado el coche de pegatinas, su ayuda. En su mayoría son comercios, hosteleros y empresas de la localidad asturiana de Carreña los que han apostado por el joven piloto. “Sin su ayuda no hubiese podido correr”, asegura Rodríguez. Las diferencias, dice, entre unos coches y otros “son muy grandes”.
Alonso, tío de Álvaro, intenta quitarle hierro al asunto. “Vamos estirando los medios con los que contamos y las temporadas nos van saliendo bien”. Aunque es una razón económica la que ha impedido que el pequeño participe en el Campeonato de España. De entrada, 3.000 euros. “Sólo por asesoramiento”, explica Escudero, quien asegura que “hay mucha gente en España que lleva patrocinio de su Ayuntamiento”.
Fuente: La Nueva España
Etiquetas: Jóvenes promesas
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